Este disco es una reedicion del trabajo hecho por el grupo Cellp en ano 2013, que fue grabado por Benjamin Mandeau en el estudio La Machine a Rêves en le cuidad de Pons, Francia.

Denis Dessasis (maitrechronique)

"Un disco de nueve pasos, titulado Synapse, publicado por un cuarteto llamado Cellp. Entender por esto un "proyecto celular". Te ahorraré mis vagos recuerdos de la universidad y mis clases en lo que en ese momento se llamaba ciencias naturales, pero para ser breve y usar la definición del diccionario, sepamos que una sinapsis es la región de contacto entre dos neuronas. o entre una neurona y otra célula. Entonces, estas células bien podrían ser sinónimo de músicos pertenecientes a un mismo cuerpo, unidos entre sí por conectores divertidos, tantos vínculos que pueden escapar al entendimiento de la mayoría de nosotros que recibimos música sin estar asociados. sin embargo a su proceso creativo. Pero en cualquier caso, Cellp es la manifestación de una química en expansión, ya que su viaje celular comenzó en la forma de un dúo violonchelo / electrónico, con la complicidad de Tazio Caputo, cuyo papel está aquí, como decimos, verá, determinante. Con ellos, Lucas Gaudin al saxofón y Laurent Lacoult a la batería completan un equipo que es muy difícil de encajar en una clasificación habitual, del que nadie le puede culpar, todo lo contrario.
Synapse es un álbum entrañable, tanto en sustancia como en forma. Los músicos de cellp saben cómo elaborar construcciones complejas, donde numerosas rupturas y síncopas llegan a sorprender en cualquier momento; cada una de las composiciones, en diferentes colores, está marcada por una aguda sensación de aumento de tensión. Estos cuatro músicos son excelentes guionistas, pero también ilustradores muy inspirados que cultivan con verdadero apetito un pronunciado amor por las manipulaciones mecánicas. En este pequeño juego, Tazio Caputo no es el último, quien a lo largo del disco se presenta como un inventor de los climas, sin dudar en practicar si es necesario los tratamientos sonoros "en vivo", como en " Dead-Line ”, uno de los platos fuertes del disco. La dramaturgia de esta composición es ejemplar: el saxofón de Lucas Gaudin primero hace una aparición fantasmal, en un discreto ir y venir del aliento, antes de iniciar un largo coro que terminará en un grito sobre un fondo de electrónica atravesada. burbujeante. La célula adquiere todo su significado, se convierte en laboratorio y lugar de exploración. También se encontrará en acción en el corazón del disco, cuando "4 In The House II" fluirá con ruidos espaciales y, en ausencia de melodía, dará lugar a una música ambiental y altísima.
El violonchelo de Matias Riquelme muestra múltiples colores a lo largo de las nueve composiciones de Synapse: puede jugar el papel de un bajo clásico con su impulso hipnótico como en "La Course du Lundi Matin", una composición habitada por cambios de fase rítmicos; su distorsión en una "Cucarachas" post-Crimson-como si el esquizoide del siglo XXI hubiera empujado el contador hacia el rojo- un poco más tarde lo convertirá en el instrumento de una rabia nacida sin duda de la eliminación de Salvador Allende por la CIA, y cuyo discurso premonitorio en Naciones Unidas en 1972 se utiliza como introducción a un momento arrollador del álbum, marcado con hierro candente por el ritmo pesado y el golpe seco de Laurent Lacoult; tocado en pizzicato, el violonchelo es también la fuente de una respiración profunda llamada "Deux Chaussons Rouges"; modificado por un Delay, será uno de los actores en el talante recogido de "Ballade Para Mi Padre", otra pieza central del disco y la ocasión para que el saxofón de Lucas Gaudin se tambalee poco a poco ante un aullido de dolor.
El disco esconde muchos otros secretos de fabricación, que no tienes por qué conocer pero que dan testimonio del apetito creativo de los cuatro músicos de Cellp. Por ejemplo, podemos subrayar las correspondencias creadas por Matías Riquelme en la escritura de "19", entre las letras de su nombre de pila y los tiempos en los que se sitúan los golpes violentos de los tambores. O la graciosa intrusión de "Cette Chanson est pour vous, madame", de Jean Sablon y Django Reinhardt en 1935 ...
Ni jazz, ni rock, ni electro ... O un poco todo esto a la vez, pero expresado con una singularidad que no es ajena a su fórmula sonora bastante original y la voluntad de confundir los temas con una sucesión de inyecciones electrónicas, este disco salió de la nada, de otra parte, entre el lirismo doloroso de sus emociones y la aspereza de sus formas móviles que, nunca, hacen concesiones a un enfoque que sería decorativo ... Un hermoso descubrimiento, por tanto !

Florence Ducommun / culturejazz.fr

"... Así que cuatro compañeros: Lucas Gaudin (saxos), Tazio Caputo (electronica, teclados), Laurent Lacoult (batería), Matias Riquelme (violonchelo eléctrico y composiciones). Procedentes de distintos horizontes, alimentados por diferentes influencias (hard rock, electro, jazz, por supuesto), nos sirven un trabajo furiosamente original.
En el origen de las composiciones, Matias Riquelme, violonchelista chileno en Francia desde 2005, con un denso currículo, cuya participación en los proyectos de Médéric Collignon es especialmente destacable... Sus compañeros no están menos dotados de diplomas que sería demasiado largo detallar, y la interconexión sináptica de cada uno libera un flujo extremadamente vivo de energía creativa.

Cada composición es diferente, desde la suavidad (Deux Chaussons Rouges) hasta la influencia del rock duro (Cucarachas). Mi preferencia personal es para Deadline, una especie de fuga a la manera de un Bach posmoderno, y para Ballade Para mi Padre, cuya queja interpretada por el saxofón me llegó directamente al corazón... En cuanto a La course du lundi matin, busca el bajo... Es el chelo eléctrico de Matías Riquelme..."